Las plantillas ortopédicas son dispositivos hechos a medida para tratar las causas biomecánicas que producen alteraciones al caminar. Se realizan tras un estudio de la pisada donde el podólogo analiza la posición de los pies en estática y en movimiento. También analiza el comportamiento de rodillas, cadera y columna, de manera que el resultado final corrija aquello que produce la alteración de la pisada.

El estudio de la marcha es para evaluar los patrones de nuestro caminar y las posibles alteraciones que se pueden producir a nivel anatómico y biomecánico, se realizan una serie de pruebas, con el pie, en posición estática y dinámica, y se comprueba la movilidad de las articulaciones y los músculos, considerando su posición con respecto a otras estructuras (rodillas, caderas, columna vertebral).

Pie supinado / varo
Varo significa, curvado o inclinado hacia dentro, debido a esa inclinación del pie hacia dentro, se produce un movimiento de la pierna que gira hacia afuera, generando que el arco de la planta se eleve, dando como resultado la posición del pie que llamamos supinación, se observará que el desgaste de la suela se produce en la mitad exterior.

Pie pronado / valgo
El pie pronador o valgo es una patología, en ocasiones congénita, en la cual los talones se tornan hacia afuera y las puntas de los pies hacia adentro, al pisar nos apoyaremos más en la parte interior del pie.

Pies planos:
El arco que tiene nuestro pie es la parte central del mismo, es la estructura de soporte más importante del pie y permite que este se mueva y mantenga en su posición normal.

El pie cavo es aquel en el que la bóveda o arco plantar está más alta de lo normal (justo lo contrario del pie plano). Es un defecto estructural de nuestro pie, que hace que el apoyo del mismo en el suelo se concentre en las zonas del talón y los metatarsos (debajo de los dedos), lo que provoca dolores e inflamación en dichas zonas.